
El amor por los libros, la historia, incluso por la física o el funcionamiento del cuerpo humano…¿cuántas millones de cosas aborrecíamos en el colegio y ahora descubrimos que nos apasionan?
Podría hablar de la calidad de los métodos de enseñanza, de los profes, del paro, pero no hablemos de problemas si se puede hablar de soluciones.
Me explico: tuve la suerte de ir al lanzamiento de Kalfukura, el tercer libro de nuestro capísimo escritor Jorge Baradit. En la presentación, en la que también participaron Darío Oses, Francisco Ortega y Dr. Zombie, el autor comentó cómo nuestros mitos y leyendas, que también son parte de nuestra historia, son tratados por los textos escolares como objetos inalterables y casi sagrados, convirtiéndolos en historias aún más lejanas, menos “nuestras”.
Baradit propone, en cambio, escarbar en estos cuentos que explican mágicamente lo racionalmente inexplicable de nuestro pasado, y con eso nos da la libertad de ponerle también de nuestra cosecha, de contárselo a nuestros hijos y nietos con todos los condimentos que queramos y volver a sentirnos parte y amar nuestra tierra, nuestra historia, nuestro origen.
Obviamente me entusiasmé con lo que dijo (¿se nota?), me compré el libro y ahora me estoy devorando las páginas.