Beretta Luger No me gusta el fútbol. Vengo de una familia de tres hermanos y entiendo bien el deporte y por eso mismo: no me gusta el fútbol. Sé quién es Messi y Beckham me parece más sobrevalorado que el vocalista de U2, sí Bono. Bueno, pero ese es otro tema.

No me gusta el fútbol, pero lo paso increíble con la selección chilena y creo haber visto todos los partidos de las eliminatorias de principio a fin y por supuesto no me perdí el sorteo mundialista junto a una cerveza en lata y mis amigos escupiendo en el bar.

Nah, pero me divirtió. Pensar que la alegría o preocupación de millones está contenida en ocho tómbolas es algo que no se ve todos los días… generalmente es sólo una y está en la Casa Blanca y puede destruirnos a todos, pero ese también es otro tema.

Volviendo al sorteo, espero que sigamos mostrando lo que hemos venido haciendo (es verdad, copié esa frase de una declaración de Waldo Ponce), pero bueno, Honduras y Suiza son totalmente accesibles y contra España el avión donde viajan los jugadores se puede caer antes del mundial.

Nah, yo creo en la Roja de todos, digan lo que digan (eso lo acabo de inventar). Como ven, esta columna empieza cuatro de sus cinco párrafos con negaciones, no ha sido una buena semana. Las penas de la vida se pasan con fútbol… a mí no me gusta, todo mal.

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