Por Caro Aravena
En Chile, cada día mueren dos mujeres a causa del cáncer cervicouterino. Esta enfermedad a diferencia de los cánceres comunes, se contrae a través de un virus: el papiloma humano o HPV, que es contagiado a través de relaciones sexuales con hombres portadores. Para ellos es casi imposible saber que portan el virus, ya que existen más de cien tipos distintos y sólo unos pocos provocan -como único síntoma- verrugas genitales y ni siquiera el uso de preservativo previene el contagio, ya que el contacto genital sin penetración también puede transmitir el virus.

Afortunadamente, hace poco menos de un año llegaron al país dos vacunas que previenen esta enfermedad en mujeres. Se trata de Gardasil de Laboratorio Merck y Cervarix de Laboratorio Glaxo Smith Kline. Ambas preventivas y no terapéuticas, es decir, actúan como una herramienta para evitar el contagio del HPV, cuando éste aún no ha sido transmitido. Ambas previenen la infección de dos de los virus que producen el 75% de los casos de cáncer cervicouterino, pero Gardasil además protege contra otros dos tipos que no producen cáncer pero sí generan la aparición de verrugas genitales.

La vacuna no es parte del sistema público de salud en nuestro país, pero puedes conseguir el tratamiento de tres dosis en establecimientos privados. Los precios van desde los 60 mil a 100 mil por cada inyección. Consulta a tu ginecólogo.

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